jueves, 27 de diciembre de 2012

Payasa.




Me puse la naríz roja,
 para sentir tu perfume.

Los zapatos grandes,
 para pisar fuerte en tu vida.

El traje lleno de colores,
 para alegrarte cada día.

Me pinté la boca color carmín,
 para sellar la tuya con un beso.

Me puse la peluca ruluda,
 para que juegues con mi pelo.

Me pinté las pestañas,
 para ser tu muñeca de carne y hueso.


Me convertí en tu payasa,
pero al final, me di cuenta,
que cuando queremos a la personas como son
y no como queremos que sean,
nos sentimos en calma.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Pichila.



La palabra PERDÓN significa pasar, cruzar, ir más allá del límite del enojo.

Perdonar, es aceptar que el otro rompió las reglas del juego. Que jugó sucio, sin reparar en las consecuencias (o tal vez sí).

Perdonar, es dejar de echar culpas y responsabilizarse por la parte que a cada uno le toca. Es asumir las equivocaciones, remendar el error.

El perdón es el grito interno que aclama no sentirse traicionado y decepcionado.

Es corromper la ilusión de las relaciones idílicas.

 Es soltar el enojo, para empezar de nuevo.
 
Es tener presente que otorgándolo, tu alma va a encontrar paz.

Significa dar(se) una nueva oportunidad para volver a compartir risas, momentos, charlas.

Es tener coraje, vencer el miedo, jugar el juego, sacar el veneno emocional que quema por dentro.

Es apagar la llama de la ira, la bronca, el rencor.

Encender la luz, mirar el sol, contar hasta un millón.

Es dejar de buscar un motivo para odiar al otro.

Es encontrar una causa para ser mejor persona.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Vos y Yo


Según el color del cielo, es cómo me miran tus ojos

Según me miran tus ojos, es cómo me siento yo

Según cómo me siento, es cómo te trato

Según cómo te trato, me respondés con sarcasmo

Según tu nivel de sarcasmo, es mi nivel de histeria

Según mi nivel de histeria, es tu respuesta

Según tu respuesta, se transforma mi cara

Según mi cara, es mi reacción

Según mi reacción, es tu grado de diversión

Según tu grado de diversión, yo sonrío

Según mi sonrisa, me juzgás

Según cómo me juzgás, te dejo romper el límite que nos separa…

Me vuelvo determinante en una sola mirada, te convierto en súbdito de mis caprichos.
Te hago partícipe de mis sueños, dueño irrevocable de mi cuerpo.
Te dejo traspasar hasta mi sombra, permito que me acaricies el alma.

Yo, por mi parte, prometo ser paciente a tu llegada.

Hablarte con ternura.
Mirarte con dulzura.
Besarte con locura.
Enojarme con mesura.

Aceptar,
cada una de tus imperfecciones.
Ajustarlas,
al tamaño de mis exigencias.