¿Quién cose un corazón cuando se
raja? ¿Cómo se hace para dejar de
sentir? ¿Qué se hace para dejar de
pensar?
No importa lo que te digan no hay
nada que te saque el sabor amargo que llevas por dentro.
Nos cuesta tanto aceptar las
diferencias y aprender a vivir con ellas. Y es tan difícil manejar las palabras
y los silencios, aprender a cerrar la boca a tiempo, decir lo justo para no
herir al otro.
¿Por qué queremos o intentamos
hacer que el otro cambie? Si nosotros no cambiamos primero, no pretendamos que
el otro lo haga. Y además no estamos en condiciones de pedirle que lo haga. Debemos
dar lo que esperamos recibir.
Debemos aprender a ser flexibles.
Querer al otro tal cual es y no querer
cambiarlo porque algo no nos gusta o nos molesta. Debemos aprender a ser
tolerantes, a entender, y respetar al otro. Yo no hice nada de lo que les estoy
diciendo y así me fue. Por eso digo esto, para que aprendan.
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