Cuando se conjuga la magia y el peligro de la
noche, todo puede terminar en una gran explosión de desenfreno, hormonas y
alcohol.
Y si
mezclamos el poder de tu mirada candente y trascendente enredada en el rubor de
mis mejillas se transforma el aire, le cambia la cara a la madrugada intimidada
por el brillo de tus ojos que opacan la luz de las estrellas.
Y por si fuera poco, le agregamos el incendio
que genera tu baile al despertar lo peor de mí. Me pedís que rece en tu boca,
pero te olvidas de confesar antes, todos tus pecados.
Provocás,
buscás, te arrastrás…te olvidaste el detalle más importante, nuestra sentencia ya estaba escrita.
1 comentario:
Excelente entrada, tiene como un toque sensual... me encanto ♥
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